domingo, 14 de septiembre de 2008

Locuras...

Silvio Rodriguez - Locuras hay locuras para la esperanza.... ... que son poesía. hay locuras, sin nombre, sin fecha, sin cura..... que no vale la pena curar. PD. la había oído antes sin saber de quien era, la encontré en el blog de R. Arancibia y no pude dejar de ponerla acá. (previo aviso...)

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miércoles, 10 de septiembre de 2008

algo que lei por ahi...... Carta de Khalil Gibrán

"Para vivir es necesario coraje. Tanto la semilla intacta como la que rompe su cáscara tienen las mismas propiedades. Sin embargo, sólo la que rompe su cáscara es capaz de lanzarse a la aventura de la vida. Esta aventura requiere una única osadía: descubrir que no se puede vivir a través de la experiencia de los otros, y estar dispuesto a entregarse. No se puede tener los ojos de uno, los oídos de otro, para saber de antemano lo que va a ocurrir; cada existencia es diferente de la otra. No importa lo que me espera, yo deseo estar con el corazón abierto para recibir.

Que yo no tenga miedo de poner mi brazo en el hombro de alguien, hasta que me lo corten. Que yo no tema hacer algo que nadie hizo antes. Déjenme ser tonto hoy, porque la tontería es todo lo que tengo para dar esta mañana; me pueden reprender por eso, pero no tiene importancia. Mañana, quién sabe, yo seré menos tonto.

Cuando dos personas se encuentran, deben ser como dos lirios acuáticos que se abren de lado a lado, cada una mostrando su corazón dorado, y reflejando el lago, las nubes y los cielos. No logro entender porqué un encuentro genera siempre lo contrario de esto: Corazones cerrados y temor a los sufrimientos."

sábado, 6 de septiembre de 2008

Asafa Powel / Usain Bolt

a pesar de las tormentas tropicales y damnificados en Jamaica, ellos siguen dando que hablar y encabezando titulares en Atletismo. Ojala puedan regresar juntos, tanto estos acá nombrados como el resto que se lucieron tanto en Beijing, y así el país dejar de lado por un momento las preocupaciones y darse el gran gusto de recibirlos como se merecen. Noticia en El País (España) de hoy sábado.

Contra Powell y los elementos

Bolt gana en Bruselas con 9,77s, un gran tiempo para su pésima salida, el viento y el frío

El jamaicano, vigente récordman de los 100m, impone su zancada ante su compatriota en la reunión de Bruselas

El pasado lunes, Asafa Powell lanzaba un órdago a Usain Bolt tras parar el cronómetro en 9.72. La cifra rubricada por el jamaicano en Lausana hacía temblar el récord mundial de los 100 metros lisos obtenido por su compatriota en los Juegos Olímpicos de Pekín, en los que hizo gala de la zancada más demoledora del planeta con una marca de 9.69. Bolt, que devora registros a un ritmo de vértigo, quiso poner las cosas en su sitio en la reunión celebrada en Bruselas, encuadrada en la Golden League, y volvió a demostrar que, a día de hoy y ausente Tyson Gay por sus reiterados problemas físicos, es el auténtico rey del atletismo.

De nada sirvió la excelente trayectoria de Powell sobre el tartán belga. El jamaicano aterrizaba en la cita como el único hombre capaz de bajar de 9.90 en esta pista, pero su desafío se desintegró de forma frenética, en tan sólo 9.77 segundos, el tiempo que tardó Bolt en atravesar la línea de meta y fulminar el sueño de su compañero, que se quedó en 9.83. Las condiciones climatológicas no eran las idóneas para pulverizar el récord del mundo y el viento y el agua depositada en la pista no permitieron una nueva hazaña del caribeño que, no obstante, volvió a ofrecer un gran espectáculo.

La carrera siguió los parámetros previstos. Es decir, una fulgurante salida de Powell y una recta final soberbia de Bolt. Sin embargo, en esta ocasión Asafa añadió una dosis de suspense y desprendió una sensación muy distinta a la de los últimos envites, en los que Usain demostró una superioridad abrumadora. Liberado de la presión que le azota en las grandes citas, Powell acarició la proeza y tan sólo la meteórica progresión de Bolt en los últimos diez metros le privó de la victoria. Pero la batalla por la corona mundial continúa. Y por si acaso, Jamaica volvió a evidenciar que es una gran cuna de velocistas cubriéndose las espaldas con el tercer y cuarto puesto de Carter y Frater. Los 100m se mueven al ritmo del reggae.

Ni Usain Bolt rebajó su récord mundial de los 100 metros (9,69s) ni Asafa Powell lo recobró. El duelo del siglo de anoche, un enfrentamiento que hizo recuperar el espíritu de los veranos de hace dos décadas, cuando Carl Lewis y Ben Johnson se buscaban las cosquillas mutuamente cada tres días, debería ser, pues, catalogado como un gatillazo. Pero no.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Mariposas - Cristian Warnken

jueves.... rápidamente y antes de empezar mi rutina de lectura de prensa, me voy directamente a buscar la columna de Cristián Warnken en El Mercurio. Es casi como estar esperando ansiosa la carta o noticia de alguien muy cercano....y bueno, creo que para muchos ya lo es. Hoy (lo suponía....), sobre la triste perdida de las niñitas del accidente en el norte de Chile. Quién mas apropiado para decirles algo, cuando me imagino que los meses pasados desde la perdida de su Clemente serán 9 recién.... No sé, personalmente creo que nada. Tal vez recién le estará permitiendo al tiempo empezar a entrar en "la cura", si es que alguna vez "el tiempo" le cura a los padres ese dolor. Imposible saberlo. Solo lo saben los que lo han pasado. No me atrevo ni a imaginarmelo..... Mariposas

Elisa, María de los Ángeles, Trinidad, Valentina, Eloísa, y las dos Bernarditas y las dos Magdalenas. ¡Qué hermosos nombres! Nunca las conocí, flores de una primavera temprana, cuya vitalidad, pureza y alegría las hizo ser las siemprevivas de los que las amaban. No las conocí, pero sus prematuras partidas me duelen como si fueran las de mis propias hijas.

Dice Rilke en su primera "Elegía del Duino": "Ya no nos necesitan ellos,/ los que se fueron temprano:/ suavemente, uno se va desacostumbrando de lo terrenal,/ así como se emancipa con ternura de los pechos de la madre./ Pero nosotros,/ que tenemos necesidad de tan grandes misterios, de los cuales/ y desde la tristeza surge a menudo una prosperidad bienaventurada,/ ¿podríamos existir sin ellos?".

Nadie está preparado para decirle adiós a lo que ama. Quisiéramos ver a todos los que han partido antes, bailar, correr, pintar, moverse con esa frescura, con esa ilusión sin límites, con los brazos abiertos, devorando todo el aire, toda la luz. No queremos verlas ahí, bajo tierra, porque ellas vinieron a correr sobre la tierra y a conquistarla. Nosotros, que ya estamos cansados demasiado pronto, que olvidamos soñar y bailar, que llevamos demasiado peso sobre nuestros hombros, necesitamos a los niños y jóvenes que partieron antes, moviéndose alrededor nuestro, con sus risas sonoras, con sus miradas todavía puras. Nada podrá llenar sus piezas vacías, sus puestos en la sala de clases, ese silencio y esa ausencia que vibran tanto alrededor nuestro cuando alguien tan joven se va.

Quien no ha escuchado el sonido de esa ausencia, no entiende lo que estoy diciendo.

Sí: nosotros las necesitamos a ellas y daríamos todo, lo gastado, lo cansado, lo maduro, lo razonable de nuestras vidas para que ellas volvieran con el ímpetu de siempre, como esas bandadas de pájaros que a veces irrumpen en nuestro jardín llenándonos de gozo, exaltándonos hasta las lágrimas. Nosotros las necesitamos a ellas, pero lo más difícil de entender es que ellas, ¿tal vez ya no nos necesitan? Rilke afirma: los que se van, se van suavemente desacostumbrando de lo terrenal. Hay algo delicado, lento en la muerte, por violenta que ésta sea. Ellas se están yendo lentamente de aquí, en una lentitud de un tiempo ya desfasado del nuestro, tan vertiginoso, donde todo es prisa. Como las mariposas que se desprenden de sus capullos, ellas tienen que desprenderse de su pasado, de su infancia, de su adolescencia, de sus cuerpos, de sus recuerdos. Por eso, intentar aferrarlas es imposible, es intentar violentar el tránsito más sutil de todos. Debiéramos aprender desde ahora a entrar a ciegas en sus cuartos vacíos, sin encender la luz, para que no se develen sus nuevos rostros, que tal vez no podamos ni debamos todavía ver. ¿No somos quizás un peso para ellas? Como si alguien quisiera cargar algo sobre las alas de una mariposa. Ellas son ahora nuestro gran misterio, y nosotros no podemos vivir sin esos "grandes misterios", y el más grande de todos: el de la muerte prematura.

Sin esos misterios, nuestras vidas serían opacas, vacías, duras. Recién ahora empezamos a vivir, alimentados por el misterio que deja su ausencia. Antes de que ellas se fueran, creíamos vivir, pero estábamos muertos. La tristeza nos va a mostrar una "prosperidad bienaventurada" que jamás imaginamos. Yo sé que esto último es muy difícil de entender. Yo todavía no lo entiendo.

Se fueron estas hijas maravillosas, sus padres quedaron huérfanos de ellas, para hacerse ahora hijos del misterio. Dejémoslos nacer a este misterio doloroso, tan hondo, dejémoslos llorar y gritar, incluso clamar. Cuando uno nace, ¿acaso no llora? No tengamos miedo a esas lágrimas. En este punto, hasta la fe debe callar e inclinarse ante el dolor sagrado por la muerte de un hijo. Y llorar con los que lloran, y beber de esas lágrimas.